El Informe sobre el análisis de los cabellos y vellos encontrados en "La Romana", en los dos coches y en los cuerpos y ropas de las víctimas, se hizo esperar.
Finalmente, el Instituto Nacional de Toxicología remitió el siguiente análisis criminalístico:
ANÁLISIS SOLICITADO:
Estudio criminalístico de los pelos dubitados remitidos en los diversos envíos y su cotejo con los cabellos y vellos púbicos indubitados de los cadáveres y de los sospechosos con el fin de determinar el origen individual de los mismos.
ANÁLISIS REALIZADO:
Los pelos dubitados (los que se desconoce a quién pertenecen) son reseñados por un código doble que corresponde al número demuestra, dado cuando fueron recogidas las mismas, y un número de orden, asignado en el laboratorio a cada uno de los indicios que componen cada muestra, esto nos permite tener identificado cada pelo como una evidencia distinta al resto aunque procedan de la misma muestra.
Los pelos indubitados (los que sin ninguna duda se conoce a quién pertenecen), cuando la muestra es muy amplia, como es el caso de los pelos tomados a los cadáveres en el transcurso de la autopsia, requieren una previa selección macroscópica de los tallos en base al color, forma, longitud y diámetro de los mismos, procurando que sea representativa de la muestra global de los pelos indubitados o lo que es lo mismo, que sea representativa de la variabilidad morfológica existente.
Cada pelo, dubitado o indubitado, es analizado macroscópicamente teniendo en consideración la longitud, grosor, forma y color del tallo a la luz incidente; a continuación cada pelo es montado en medio estéril con glicerina entre porta y cubre para su estudio al microscopio óptico binocular. Las características investigadas son: forma, longitud, color y diámetro del tallo; forma de las escamas; borde cuticular; distribución y tamaño de los pigmentos; presencia y distribución de los fusi corticales; forma de la punta; estado de la raiz y signos de putrefacción en la misma; presencia, morfología, tipo y diámetro de la médula; y alteraciones físicas, cosméticas o patológicas de la cutícula y el cortex.
En primer lugar se estudian las características morfológicas generales de cada uno de los pelos dubitados para establecer si se trata de pelos de origen animal o humano, y en este caso si son cabellos o vellos, y si es posible determinar la región anatómica de dónde proceden. Una vez realizado el estudio morfológico previo cortamos las raíces de todos los pelos y las remitimos a la Sección de Biología de este Centro para que procedan al estudio del ADN.
Las conclusiones más importantes venían a ser las siguientes:
- Muestra 1-S, recogida en el colchón.
El cabello 1-S.1. Entre los cabellos indubitados no hay ninguno que tenga las mismas características morfológicas.
El vello púbico 1-S.2. Se extrajo ADN y su perfil genético no se corresponde con los sujetos estudiados.
- Muestra 2-S, recogida en el colchón.
Contiene un solo pelo de origen animal.
- Muestra 18-S, recogida sobre el colchón.
En esta muestra hay tres pelos.
El pelo 18-S.1, es de origen animal.
El cabello 18-S.2 presenta semejanza morfológica con los cabellos teñidos de Mauricio Anglés.
El cabello 18-S.3. Entre los cabellos indubitados no hallamos ninguno con las mismas características morfológicas.
Según los expertos de Toxicología, de los seis pelos hallados en el colchón tipo Flex, en la buhardilla de la caseta de "La Romana", tres eran cabellos (pelos de cabeza), dos de origen animal y uno vello púbico. El vello púbico no era de ninguno de los sospechosos; dos de los cabellos, tampoco; y uno de los cabellos podría ser de "El Mauri".
- Muestra 22-S, recogida en el colchón de espuma y trozo del mismo material.
De los 30 indicios estudiados en esta muestra, 4 son fibras vegetales, 6 son pelos de origen animal y 20 son pelo de origen humano.
* Entre los 6 pelos de origen animal podemos distinguir tres tipos distintos en base a la morfología de la médula y de las escamas, pero si atendemos a otras características, como el color, entonces hallamos más diferencias.
* Los reseñados con los números 15, 28, 29 y 30 son fibras naturales de origen vegetal.
* Entre los 20 pelos de origen humano 12 son cabellos y 8 vellos, todos de tipo púbico.
En relación a los pelos encontrados en el colchón de espuma, que se hallaba igualmente en la planta alta de la caseta de "La Romana", las conclusiones de los especialistas eran llamativas:
De los 8 vellos púbicos hallados, 5 podrían perteneces a Miguel Ricart; 2, de color castaño casi negro, a otra persona distinta de los sospechosos; y 1, de color castaño casi negro, también a otro desconocido.
En lo que se refiere a los 12 cabellos, solo uno presenta semejanzas morfológicas con los cabellos teñidos de Mauricio Anglés. Los otros 11 podrían pertenecer a 9 personas diferentes, distintas todas ellas de los sospechosos.
Además, sobre el colchón había 6 pelos de origen animal, que podrían pertenecer -al menos- a tres tipos distintos.
- Muestras recogidas en el Opel Corsa:
El cabello m-9-9 es, a la luz incidente, castaño por el tercio proximal, pero bruscamente se hace negro; al microscopio óptico se comprueba que este pelo ha sido suavemente decolorado y teñido, por lo menos dos veces; la parte más distal tiene color caoba y anteriormente es de color ámbar, el tercio proximal es castaño claro. Este cabello es semejante a los indubitados de Desirée Hernández Folch, en especial el reseñado con el número nueve de dicha muestra.
El análisis de este cabello, suponía una auténtica revelación. Aunque los resultados de los análisis morfológicos de los pelos no son concluyentes, sino simplemente aproximativos, podía ser una prueba, la única, de que las niñas subieron al Opel Corsa de Miguel Ricart.
- Muestras recogidas en el Seat Ronda:
El pelo c-8.8 es un fragmento de cabello de 45 mm. de longitud y 60 micras de diámetro máximo, está roto y desflecado por ambos extremos, no se distinguen fusis y la médula es escasa de tipo críptico, de color a la luz incidente es negro, pero al microscopio se distinguen los pigmentos y una coloración caoba como signo de tinción, probablemente temporal; este fragmento de pelo guarda correspondencia morfológica con las fibras capilares de Desirée Hernández Folch.
Sin duda, este dato aportado por el Informe del Instituto Nacional de Toxicología iba a ser una verdadera sorpresa. Según los especialistas, podía haber un cabello de Desirée en el Seat Ronda, un vehículo que Antonio Anglés compró el 4 de diciembre, es decir, 21 días después que desaparecieran Miriam, Toñi y Desirée.
Si este dato era cierto, si el cabello era realmente de Desirée, significaba que las niñas habían estado vivas más de veinte días.
- Muestras tomadas del cadáver nº 1 y sus ropas por el profesor Frontela:
Se componen en su mayoría de cabellos y vellos con signos de desprendimiento postmortem y que presentan semejanza morfológica con los pelos indubitados de Desirée Hernández. Hay también cuatro pelos de origen animal. El pelo reseñado con el número 1,3,3 es un vello púbico con características morfológicas distintas del resto de los vellos que componen esta muestra y los indubitados analizados.
El detalle más relevante de este grupo de pelos es que había un vello púbico que no pertenecía a ninguno de los sospechosos, que había sido encontrado entre las ropas de una de las víctimas.
Además, con respecto al análisis de los pelos hallados por el profesor Frontela hubo un detalle, cuando menos curioso que se produjo cuando declararon los peritos del Instituto:
Fiscal: algunos de estos pelos fueron encontrados en las ropas y los restos humanos de las víctimas, por ejemplo de la cabeza, del sostén, del jersey, del resto de la ropa y de las ligaduras y de las botas de Antonia. De la cabeza, ropa, cazadora, botas, sostén, bragas y cinturón del pantalón de Desirée. Y de la braga, sostén, camisa, resto de ropa y cabeza de Miriam.
Perito: Así es.
Fiscal: Concretamente de estos hay 35 de Antonia, 15 de Desirée y 16 de Miriam.
Perito: Si.
Fiscal: De origen animal, que lo tengo así reseñado, en el cadáver uno, había 4, la muestra número seis. ¿Solamente en el cadáver uno?
Perito: Solo.
Fiscal: Es el que estaba más alto, más próximo a la superficie. ¿Quiere esto decir que haya habido allí alimañas y animales?
Perito: supone una cierta contaminación.
El fiscal Beltrán pretendía demostrar la existencia de las "desconocidas alimañas" que habrían devorado parte de cadáver nº 1. Sin embargo, el cuerpo de Desirée -el único en el que se encontraron pelos de animales- no era el cadáver que estaba más cerca de la superficie. El profesor Frontela se había equivocado al numerar los cuerpos y confundió al fiscal.
¿Cómo podía explicarse la presencia de esos pelos animales en un cuerpo enterrado profundamente?
- Muestras tomadas del cadáver nº 2 y sus ropas por el profesor Frontela:
Se componen en su mayoría de cabellos y vellos con signo de desprendimiento postmortem y que presentan semejanza morfológica con los pelos indubitados de Antonia Gómez. Los cabellos reseñados como 2,2,2 y 2,7,1, así como los vellos 2,4,1, y 2,6,1, no presentan semejanza morfológica con los pelos indubitados analizados. Algunos vellos púbicos también presentan semejanza morfológica a los de Antonia, otros, sin embargo, los rubios, no se asemejan a los de ninguno de los tres cadáveres.
En este caso, de los pelos encontrados por el profesor Frontela, había -al menos- dos cabellos y dos vellos púbicos que pertenecían a desconocidos. Algo de gran importancia, ya que habían sido hallados en las prendas de vestir y el cuerpo de Toñi Gómez.
- Muestras tomadas del cadáver nº 3 y sus ropas por el profesor Frontela:
Se componen de cabellos y vellos con signos de desprendimiento postmortem o con las raíces en fase telógena. Los cabellos de esta muestra son semejantes a los indubitados de Miriam García, mientras que los vellos se diferencian sensiblemente. El vello 3,1,2, presenta características morfológicas distintas al resto de vellos de esta muestra y de los indubitados analizados.
Para finalizar con el análisis de los pelos hallados por el profesor Frontela, en el caso de las ropas de Miriam García había un vello púbico que tampoco pertenecía a ninguno de los sospechosos.
Eran demasiados vellos púbicos de desconocidos.
Inexplicablemente, los peritos de Toxicología no reseñaron en su informe ninguno de los análisis de los pelos encontrados en los guantes de colmenero y en la tierra de la fosa, por los miembros del Centro de Investigación y Criminalística de la Guardia Civil.
Además, se les había "olvidado" analizar los tres pelos que encontraron los propios peritos del Instituto Nacional de Toxicología durante la realización de uno de los análisis, algo que reconocieron el 21 de febrero de 1997, cuatro años después de que les fueran remitidos.
"Una vez hechas las comprobaciones oportunas, puedo informarle, que los dos pelos de origen sexual encontrados en la cara posterior del codo izquierdo del cadáver nº 1 y el pelo de origen sexual encontrado en la mano derecha del cadáver nº 2, fueron conservados y han permanecido custodiados en este Centro para su posterior análisis. No fueron objeto de estudio inicialmente. Si en el momento presente, V.E. lo considera oportuno podría llevarse a cabo el análisis.
El Director del Instituto.
Pero, además de este Informe del Instituto Nacional de Toxicología, también el profesor Frontela realizó el suyo. Aunque a él no le dejaron analizar los 363 pelos y cabellos encontrados en el Opel Corsa, ni los 113 hallados en el Ronda, ni los 36 que había en los colchones, ni... El profesor Frontela se tuvo que conformar con analizar los pelos que él mismo había encontrado.
Así explicaba el catedrático sevillano a los jueces los estudios realizados:
Desde la realización de las autopsias y a lo largo de nuestra pericia encontramos 4 grupos de pelos. Unos pelos que para nosotros eran una sorpresa, porque claro importante es cotejar los pelos que se hallen, con los pelos de las víctimas. Lógicamente, cuando nosotros vamos a efectuar la autopsia, una de las partes de ella, es tomar pelos de las víctimas, del pubis y de la cabeza a fin de luego cotejarlos con los pelos que podamos hallar. Como los pelos del pubis, junto con los aparatos genitales se los habían amputado, nosotros no pudimos tomar ningún pelo de esas partes.
Vamos a los pelos de la cabeza. También nos encontramos con una gran sorpresa es que estaban hechos una especie de ovillo, mezclados los pelos de las tres víctimas, luego tampoco para nosotros ofrecía ninguna garantía tomar los pelos directamente de las víctimas en el transcurso de la autopsia que realizamos. Esa es la razón por la que a posteriori, nosotros, a la autoridad competente solicitamos muestras de los pelos indubitados de las tres víctimas. Eso fue una parte de los pelos que nosotros estudiamos, pues dado que en el transcurso de las autopsias no había ninguna garantía que perteneciesen indubitadamente de esas víctimas, lo solicitamos al Ilustrísimo señor Juez de Instrucción y eso fueron una de las muestras que nosotros estudiamos.
En el transcurso de la realización de la autopsia nosotros vimos, tuvimos acceso a la ropa de las víctimas. Entre la ropa de las víctimas había un pelo que nos llamaba mucho la atención porque estaba incrustado entre una de las vendas o lazos con los que había sido maniatada una de las víctimas y... putrílago, luego ese fue uno de los pelos que tomamos en el primer momento, en el transcurso de la realización de la autopsia, porque nos ofrecía garantía que no procedía de contaminación. Descartamos los pelos que podía hallarse sobre el cadáver, y cuando nosotros íbamos a proseguir el estudio de los pelos y otros elementos, no solo pelos que pudieran existir sobre las ropas, el Ilustrísimo señor Juez de Instrucción nos solicitó que devolviésemos la ropa y por lo tanto interrumpimos el estudio de los pelos.
Meses después, bastantes meses después nos fue devuelta la ropa, y al devolvernos la ropa observamos que todavía en ella había barro, había putrílago y, entre ese barro y el putrílago y la tela, nosotros, lógicamente nosotros no veíamos nada, porque decimos que los pelos que pudieran estar superpuestos los descartábamos. Entonces con técnicas de raspado y lavado muy minucioso, empezamos a desenterrar los pelos que estaban incrustados y eso fueron los pelos, una segunda clase de pelos que estudiamos. Y por último, lógicamente también solicitamos elementos para comparar esos pelos, y por lo tanto al Ilustrísimo señor Juez de Instrucción solicitamos muestras de pelos de sospechosos con el fin de que pudiésemos compararlos.
Los resultados de estos estudios se plasmaron en un Informe que fue enviado al Juzgado de Alcira el 15 de Diciembre de 1.995.
ESTUDIOS EFECTUADOS
Si bien la metódica de estudio proyectada era realizar estudios macroscópico, microscópico e investigación de DNA o ADN, estos últimos estudios no se pueden realizar porque los pelos que nos han sido devueltos del Instituto Nacional de Toxicología, que en su día les habíamos remitido hallados en los cadáveres, de interés para cotejar, nos han sido entregados sin bulbo, que es precisamente la parte del pelo en la cual se investiga el DNA, el cual, al parecer, ya había sido estudiado por el Instituto Nacional de Toxicología, con carácter negativo.
Ante este contratiempo, totalmente ajeno a nuestra intervención, sino inherente a estudios previamente realizados en los pelos y con el fin de lograr la más certera identificación posible, cabría el estudio del denominado DNA mitocondrial y el estudio de las queratinas.
CONCLUSIONES
Primera.- Por sus características microscópicas se han identificado, además de pelos de pubis y de cabeza de las víctimas, los siguientes pelos, que no pertenecen a ellas:
a) Tres cabellos que denominamos de "Sujeto D", que no corresponden a los pelos que nos han sido remitidos de los sospechosos y que fueron hallados en el jersey de Antonia Gómez Rodríguez (pelos jersey 2 y 3) y en la ropa de Antonia (pelo ropa 4).
b) Cuatro cabellos de quién denominamos "Sujeto F", hallados en el jersey de Antonia (pelos jersey 4, 5 y 6) y en el sostén de Desirée Hernández Folch (pelo sostén 2).
c) Tres pelos de pubis de Miguel Ricart Tárrega: Pelos hallados en la ropa de Miriam García Iborra (braga roja 2), en la ropa de Desirée Hernández Folch (ropa 2) y en un zapato de Desirée Hernández Folch (zapato 1).
d) Un pelo de cabeza de "Sujeto J", hallado en la ropa de Desirée Hernández Folch (ropa 1).
e) Una cana de cabeza de "Sujeto G", hallado en la ropa de Desirée Hernández Folch (ropa 1).
f) Un pelo hallado en braga roja de Miriam García Iborra (braga roja 1) que tiene algunos puntos de coincidencia con los de Enrique Anglés Martins, aunque sin poder ser determinante.
Segunda.- Los pelos hallados pertenecen al menos a las siguientes tres personas, distintas de las víctimas:
- Sujeto D: Pelos de cabeza que no corresponden a pelos de cabeza de los sospechosos que nos han sido enviados.
- Sujeto F: Pelos de cabeza, que no corresponden a los pelos de los sospechosos que nos han sido enviados.
- Miguel Ricart Tárrega: Pelos de pubis.
Además, hay otros tres pelos no catalogables, porque de Roberto Anglés Martins no hemos recibido pelos de cabeza y de otros sospechosos no se han recibido suficientes pelos e ignoramos si entre ellos puede haber algunos canosos o albinos.
Tercera.- No fue posible investigar el DNA o ADN, porque los pelos dubitados nos habían sido enviados sin los bulbos, al parecer por intento previo de haber sido investigado el DNA en otro centro.
Cuarta.- Hay que tener en cuenta que el estudio de las características microscópicas y peculiaridades de los pelos no es tan determinante como el estudio del DNA, que no se pudo efectuar por carecer de bulbo los pelos dubitados, y por ello no se pueden aportar datos de probabilidad o frecuencia.
Si algo quedaba claro en los dos Informes de Pelos, tanto en el del Instituto Nacional de Toxicología, como en el elaborado por el profesor Frontela, era que no se podía hablar de dos únicos asesinos. Sin ninguna duda, había más.