¿Quién era Miguel Ricart Tárrega, el hombre que se había "confesado" autor de los brutales asesinatos? ¿Cómo era y había sido su vida?
La respuesta se encuentra, en parte, en los tres reconocimientos psiquiátricos y psicológicos que le han sido realizados durante el tiempo que ha estado en prisión.
El primero de ellos lo practicaron los forenses de los Juzgados de Alcira, Francisco Ros Plaza y Manuel Fenollosa González, quiénes realizaron dos exámenes psiquiátricos a Miguel Ricart, uno el 31 de Enero de 1993, y el segundo el 2 de Marzo de 1993, curiosamente los mismos días que "El Rubio" fue llevado a los juzgados para declarar ante el juez.
Posteriormente, el último de los abogados que tuvo Ricart, el prestigioso letrado Manuel López Almansa, solicitó que se realizaran nuevos informes, esta vez por personas que tuvieran titulación oficial en psiquiatría y psicología.
El informe psiquiátrico fue realizado por D. José María Vázquez Mazón, Médico especialista en Neurología y Psiquiatría, ex Jefe Clínico del Servicio de Neurología y Psiquiatría del Hospital General de valencia, y D. Tomás de Vicente Muñoz, Médico especialista en Psiquiatría, mediante entrevistas mantenidas los días 2 y 8 de mayo de 1997 en el establecimiento penitenciario de Picassent con el preso Miguel Ricart Tárrega.
Por otra parte, el informe psicológico lo practicaron las psicólogas María Angeles Martínez Esteban y María Dolores Ferrando Moncholí, quiénes mantuvieron entrevistas individuales con Miguel Ricart Tárrega los días 25, 28 y 30 de abril de 1997.
De estos tres informes, se puede deducir lo siguiente respecto a la vida y personalidad de Miguel Ricart:
"El informado respondió en todo momento de una manera adecuada, correcta y coherente a las distintas cuestiones que se le fueron planteando a lo largo de las entrevistas. Su actitud es de tranquilidad, con ausencia de ansiedad, temblores, tics, u otras expresiones somáticas de angustia. No se constataron alteraciones emocionales significativas a lo largo de las entrevistas, en las que mantuvo un buen tono desde el punto de vista físico y una notable estabilidad psicológica.
ANTECEDENTES FAMILIARES
PADRE: Miguel de unos 60 años. De profesión ebanista, jubilado en la actualidad por invalidez. "Tiene desgaste de cadera y úlcera de estómago". En múltiples ocasiones, "estaba borracho".
MADRE: Murió cuando él tenía alrededor de 4 años de "un ataque epiléptico". Concretamente, falleció el 6 de marzo de 1975 a la edad de 30 años. Conserva una buena imagen de ella, a la que definió como "una mujer buena y cariñosa".
HERMANOS: Un hermano mayor fallecido a los 45 días de nacer sin conocer la causa. Una hermana menor que él, de nombre Encarnación, con dos niñas pequeñas, separada actualmente y sin trabajo conocido. Afirma haber mantenido buenas relaciones con ella.
Respecto a las relaciones con su padre manifestó que se fueron deteriorando a causa de los castigos físicos a los que le sometía desde pequeño, así como por el rechazo afectivo que siempre le demostró, por lo que optó por salir del hogar familiar cuando contaba 18 años con e consentimiento de su padre.
Ningún miembro de su familia ha estado en tratamiento psiquiátrico según relata. No obstante, no han sido infrecuentes en este entorno las situaciones de "nerviosismo", tensión e incluso, en ocasiones, agresividad. La valoración que realiza el explorado de su espacio socio-familiar es, en general, de un predominio de situaciones problemáticas y relaciones interpersonales crispadas. Según expresa ha tenido importantes dificultades para establecer relaciones de tipo afectivo, constituyendo su entorno socio-familiar un círculo en el que él se sentía poco integrado.
ANTECEDENTES PERSONALES
Refiere el informado que su embarazo se desarrolló con normalidad y el parto se desencadenó en un medio hospitalario. Con posterioridad, ya en su domicilio, padeció una patología de los restos del muñón del cordón umbilical. Sus padres recurrieron a una curandera para resolver el problema.
Padeció las enfermedades comunes de la infancia. El desarrollo y maduración durante su etapa infantil tuvo un curso normal, sin incidencias reseñables.
Su primer periodo de escolarización se desarrolló en un parvulario. Una vez que la madre falleció, el padre gestionó el ingreso del informado en el Colegio de niños huérfanos de San Juan Bautista, institución en la que permaneció hasta la edad de trece años. Allí coincide con su hermana cuando el lleva 2 o 3 años de internado. Conserva el recuerdo de un compañero al que considera amigo, llamado Salva.
No refiere el explorado incidentes reseñables de esta época de su vida; para él fue una buena etapa en la que mantenía relaciones satisfactorias tanto con sus compañeros, como con las religiosas que se encargaban de la enseñanza. Se define como buen estudiante.
Al acabar 5º de EGB, en el referido Colegio religioso, consiguió una beca para estudiar en la Universidad Laboral de Cheste en régimen de internado. En un principio la asimilación de las condiciones del nuevo ambiente fue normal, si bien progresivamente se produce un deterioro de su comportamiento que se manifiesta en un distanciamiento del padre, a quien paulatinamente deja de visitar los fines de semana. Por lo que se refiere al seguimiento de las normas internas del Centro, se va produciendo una progresiva relajación en su cumplimiento, hecho que da lugar a que, por parte del director del Centro, se le aperciba, en repetidas ocasiones, sobre la necesidad de un cambio de actitud y comportamiento. Durante este periodo el Director del Centro suele imponerle castigos y le manifiesta la conveniencia de abandonar ciertas "malas compañías" que solía frecuentar el informado.
No obstante, al parecer, siguieron siendo anómalos su comportamiento y su aprovechamiento académico, hechos que condujeron a la decisión, por parte de las Autoridades del Centro, de sancionarle con la pérdida de los derechos de la beca y con expulsión del Centro, lo que se produjo cuando el curso se encontraba en su mitad.
Al perder los derechos de la beca volvió a Catarroja. Se incorporó al Instituto de la población, donde su comportamiento siguió siendo desordenado. Refiere el informado que por parte de los profesores era calificado como un muchacho "revoltoso" y que realizaba frecuentes escapadas del Colegio ("novillos"). En este periodo la situación con respecto a su familia es fría y distante, con una rotunda oposición a la figura paterna, con quien tuvo frecuentes enfrentamientos verbales e incluso físicos, sin embargo, la relación es considerablemente mejor con su hermana.
A los 15 años escapó durante una noche del domicilio paterno. Acudió al patio de la casa de un amigo, quien le dio un bocadillo para cenar. Esa noche durmió en el patio y recuerda que pasó mucho frío; al día siguiente regresó a casa. El informado explica este comportamiento por las continuas broncas que recibía de su padre.
A los 16 años abandona los estudios y se pone a trabajar en tareas agrícolas, sobre todo de recolección de frutas y hortalizas. Durante un verano trabaja de barrendero en Catarroja. El dinero que gana lo entrega en casa y su padre le asigna una pequeña cantidad para sus gastos. En el periodo que transcurre durante los 16 y los 17 años comparte las tareas domésticas con su padre, quien se encuentra sin trabajo. El padre se ocupa de las labores del hogar de Lunes a Viernes y él las realiza los fines de semana.
Con la asignación económica que le proporciona su padre, visitando "discotecas" de su entorno, inicia el contacto con el consumo de determinados tóxicos, fundamentalmente Hachis, Alcohol, y ocasionalmente Cocaína y Rohipnol. De las referidas sustancias refiere el informado que ha sido consumidor esporádico, no habitual.
A los 18 años se va a vivir con su novia, y dos hermanas de aquella que comparten la vivienda. En un principio mantiene en este nuevo círculo una situación análoga a la que mantenía con su padre. El informado entregaba su sueldo a su compañera, la cual le asignaba una cantidad para sus gastos. Debe hacerse notar que el Ayuntamiento asignaba una pensión a su compañera y hermanas. Progresivamente el explorado va disminuyendo su actividad laboral, entrando en conflicto con las hermanas de su compañera, dado que éstas no estaban dispuestas a costear su manutención. El informado justificaba sus menores ingresos por la carencia de trabajos eventuales en una época de crisis económica.
A los 20 años se enrola en la Legión como Voluntario especial, ya que fue excedente de cupo, y manifiesta que realizó este tipo de alistamiento al quedarse sin trabajo y sentirse atraído por la "manera especial de entender la vida" de este cuerpo militar. El periodo previo al alistamiento coincide con una situación de crispación con su compañera quién le reclama un mayor aporte económico.
El destino que le corresponde es Málaga donde permanece durante 18 meses. El explorado manifiesta que durante ese periodo consumió con regularidad y de forma importante Hachis y Alcohol. Cobraba 60.000 pesetas al mes, de las cuales mandaba la mitad a su compañera y él se quedaba con la otra mitad "para sus gastos". Refiere el informado que durante su permanencia en filas no se produjo ningún incidente reseñable. Durante este periodo su compañera queda embarazada y posteriormente da a luz a la hija de ambos. En este momento el explorado nos dice que su hija es lo más importante de su vida.
Cuando acabó el Servicio Militar, volvió a Catarroja y se puso a trabajar, en tareas de mantenimiento, en un concesionario de automóviles de la casa Opel. Este tipo de trabajo es valorado como de "chollo", ya que prácticamente no hacía nada y ganaba bastante dinero. Se sentía muy complacido de llevar un mono de mecánico que cuando se lo quitaba no mostraba apenas manchas de grasa. No duró en el trabajo más que 6 meses circunstancia motivada, según el informado, por la animadversión que hacia él sentía el encargado.
En este periodo laboral sus ingresos se incrementaron notablemente, hecho que le permitió entrar en contacto, de modo más intenso con las drogas, consumiendo fundamentalmente Cocaína.
Estuvo unos meses en el paro cobrando la correspondiente prestación, acabada la cual comenzó a trabajar durante 2-3 meses en la fábrica de hielo de "MercaValencia". Este trabajo le resultaba excesivamente duro y consideraba que no estaba bien remunerado. Siguiendo un proceder habitual del informado, abandona la referida ocupación, deseando orientar su vida hacia "nuevos horizontes".
Volvió, de esta manera, a reactivarse la situación conflictiva con su compañera y hermanas, que se manifestó antes de alistarse a la Legión y, además, con idénticos argumentos. La compañera del informado le requería unos ingresos económicos suficientes y se producían enfrentamientos derivados de los múltiples problemas de convivencia. Esta problemática no es resuelta en los términos deseables para el informado quién manifiesta enfáticamente que "los pantalones los llevan ellas".
Es en esta época cuando se separa de su pareja y se va a vivir a la casa de Antonio Anglés quién, según manifiesta, era su habitual proveedor de droga y conocido con anterioridad al alistamiento del informado en la Legión. La relación con esta familia es más intensa con un hermano de Antonio Anglés, Roberto, que es de la misma edad que el explorado. Esta relación se fundamenta en el consumo común de drogas y en la colaboración en la comisión de algunos delitos. En este nuevo ambiente el modo habitual de vida se mueve en el círculo de la delincuencia, llegando a participar junto a ellos, según explica el informado, en "diversos atracos". En este periodo se produce su primer ingreso en la cárcel de Valencia. (Concretamente el 19 de agosto de 1992 por el robo de un coche y fue puesto en libertad al día siguiente).
RELACIONES DE PAREJA
Manifestó haber mantenido varias relaciones con chicas de edades similares a la suya, siendo la más estable la que mantuvo con la madre de su hija, llegando a convivir con ella. Además expresó su pesar por no poder ver a su hija, manifestando una fuerte vinculación afectiva con ella y afirmando que "la quería más que a sí mismo".
COMPORTAMIENTO SEXUAL
Afirma haber tenido su primera relación sexual a los 18 años con la pareja con la que mantenía relaciones en ese momento. Presentando desde entonces una conducta sexual normalizada. Posteriormente afirmó tener frecuentes encuentros sexuales, teniendo gran facilidad para tener contactos con las mujeres, siendo éstas las que le buscaban.
Expresó que no acudía nunca a prostíbulos, ni utilizaba preservativos. Negó haber mantenido relaciones homosexuales y rechazó las conductas de tipo sádico.
Tiene fantasías eróticas con dos mujeres simultáneamente, siendo él el objeto sexual.
NARRACIÓN DE LOS HECHOS OCURRIDOS
En este punto, los informes emitidos mantienen unas conclusiones absolutamente diferentes.
Según los forenses de Alcira:
"En relación con los hechos en estudio refiere que estuvo implicado y era en todo momento consciente de lo que ocurría. Conservó en todo momento una correcta percepción del conjunto de circunstancias en relación con lo sucedido; personas que se vieron implicadas, secuencia temporal de los hechos y lugares donde ocurrieron.
Ese día en concreto, manifiesta que tomó un "cubalibre" a media tarde horas antes de recoger a las niñas. Sin embargo, el informado negó, reiterádamente, el consumo de drogas de abuso el día de los hechos. Hace mención a que su voluntad se encontraba condicionada fuertemente por el temor. Antonio Anglés, le impedía con sus amenazas actuar de otro modo. Si bien explica su participación en los hechos diciendo que se encontró arrastrado por una corriente "en la que te dejas llevar y no sabes realmente como salir".
Manifestó a estos informantes de una manera solemne que llegó a temer, caso de no obedecer al aludido Antonio Anglés, por su vida. Expresa su repudio al tipo de actos realizado, manifestando que nunca los hubiera realizado por propia iniciativa. Insiste en que colaboró con Antonio Anglés porque éste "amenazó con matarle".
Preguntado por su reacción y valoración ante hechos análogos a los sucedidos que hubieran tenido como víctimas a su madre, hermana o hija, dice que se volvería loco.
Sin embargo, y a pesar de todas las manifestaciones, llama la atención el mínimo impacto afectivo que la representación mental de estas cuestiones suponían en el informado. No se apreciaron alteraciones de la mímica ni correlato expresivo significativo, ante la alusión a conductas reprobables análogas a las que son objeto de estudio, por el contrario, su actitud es de cierto distanciamiento llegando incluso a sonreír.
El conjunto de su discurso se caracteriza por la estructuración y coherencia, acusada capacidad de justificación de su conducta y encubrimiento de las motivaciones, y frecuente recurso de trasladar a otros las responsabilidades de sus actos".
Sin embargo, según las psicólogas de la Audiencia:
"Negó su participación activa o pasiva en los hechos. Asimismo dijo no conocer a las menores, justificando sus declaraciones autoinculpatorias por estar sometido a grandes presiones.
Argumentó que a raíz del atraco cometido por Antonio, Mauricio y él mismo en una entidad bancaria de Buñol el día 5 de noviembre de 1992, se reparten el botín, por lo que él decide marcharse a casa de su amigo Antón hasta el 15 o 16 de noviembre. A partir de esa fecha vuelve a casa de la familia Anglés, tras haber agotado el dinero.
En cuanto a los hechos afirmó "que en ningún caso le hubiera hecho caso a una orden así, ni hubiera podido tener estómago" (refiriéndose a Antonio Anglés)".
ENTREVISTA DIRECTA
Las conclusiones de este apartado corresponden únicamente al informe elaborado por los dos médicos psiquiatras, según los cuáles:
"Aparece como una persona que mantiene relaciones sociales no muy duraderas, con actitud hacia la búsqueda de empleo poco persistente, considerándose amigo de sus amigos y generoso con ellos. No dudaba en invitarles si tenía dinero y más si lo había conseguido fácilmente.
El consumo de drogas se agudiza cuando tiene dinero para comprarla, eludiendo cualquier responsabilidad derivadas de su consumo y no valorando el gasto para la situación económica que tenía.
Acepta la norma social en términos generales. Piensa que está en la sociedad y tiene que adaptarse a ella. No encuentra justificado el robar, pero no se arrepiente del robo en sí, ya que necesitaba el dinero para vivir.
Su actitud ante el trabajo es contradictoria ya que ante la falta del mismo no se muestra inquieto por no tener un empleo estable y duradero, y, por otra, piensa que es un trabajador tenaz y perseverante.
Le gusta tomar sus propias decisiones y no se asusta ante las dificultades que puedan surgir.
Si lo necesita pide ayuda aunque sea para comer y vivir.
Se considera una persona activa y un pensador incansable.
Las relaciones con el padre las califica de normales. En algunos momentos reconoce discusiones con él, que mostraba un comportamiento violento con el recluso, sobre todo a partir de los 16 años. Recibía algunos golpes sin motivo aparente; lo justifica porque a su hermana nada se le recriminaba. Esta situación le lleva a abandonar el hogar paterno. Desde que está en prisión no se han visto.
Con su hermana las relaciones las califica como buenas, sobre todo en la etapa que coincidieron en el colegio. A ésta no la ve desde hace años y manifiesta sentirse abandonado por la familia.
Quiere mucho a su hija pero no le transmite con regularidad su afectividad. No la ha vuelto a ver, como tampoco a su compañera. Por otra parte no se compromete en las necesidades económicas que ésta pueda tener, aunque él si satisface sus propias necesidades, si tiene dinero, no pudiendo preveer el futuro (gastó importantes sumas de dinero en un breve espacio de tiempo)".
EXPLORACIÓN DE LAS FUNCIONES PSÍQUICAS
El informado se mostró en todo momento consciente y orientado, así como con una adecuada capacidad de comprensión y expresión. No se apreciaron alteraciones de la memoria y su lenguaje fue, en todo momento, fluido, coherente, organizado y correcto en su forma. Su nivel de inteligencia puede considerarse normal, para su contexto socio-cultural y grado de escolarización. La capacidad de raciocinio, juicio y abstracción entraban, asimismo, en parámetros normales. No se apreciaron alteraciones emocionales significativas, así como tampoco anomalías cuantitativas o cualitativas del pensamiento ni patología de la percepción.
CONSIDERACIONES MÉDICO-LEGALES
No se constataron en el informado trastornos mentales que pudieran condicionar una merma en su capacidad de conocer y obrar; y ello, tanto en un sentido general, como en relación con los hechos en estudio. Del estudio detallado de sus datos biográficos, se constata la existencia de un periodo a partir del cual su conducta se deteriora. Esta época coincide, aproximadamente, con la última etapa de su estancia en la Universidad Laboral de Cheste (doce-trece años de edad) y su vuelta a Catarroja con la incorporación al Instituto de la localidad. Anteriormente a esta época no existía conflictividad significativa. Esta cronología hablaría a favor, según parecer de los informantes, de una mayor influencia en la conducta de determinantes de tipo exógeno, en relación con un tipo de amistades que, en el contexto de los datos biográficos del explorado, se consideran como poco convenientes y con conductas desviadas socialmente.
Se apreciaron en el informado unas notas caracteriológicas peculiares que se revelan por comportamientos egocéntricos y poco responsables. Por ejemplo, en relación a su familia. Cuando vuelve de la Legión, ante la disyuntiva de responsabilizarse de su situación familiar u optar por alternativas de menor esfuerzo y gratificaciones inmediatas, elige esta segunda opción. Abandona definitivamente a su mujer e hija.
Finalmente, cada uno de los tres informes realizado sacaba sus propias conclusiones:
SEGÚN LOS FORENSES DE LOS JUZGADOS DE ALCIRA:
CONCLUSIONES MÉDICO-LEGALES
PRIMERA.- No existen en MIGUEL RICART TÁRREGA signos o síntomas reveladores de enfermedad mental.
SEGUNDA.- No se aprecian en MIGUEL RICART TÁRREGA alteraciones intelectivas y volitivas significativas que pudieran mermar su capacidad de conocer y obrar, con respecto a los hechos objeto de estudio en el presente informe.
En Alzira, a veintiocho de junio de mil novecientos noventa y tres.
SEGÚN LAS PSICÓLOGAS:
CONSIDERACIONES
De lo expuesto en este informe, podemos deducir que el reconocido carece de un trastorno mental de tipo psicótico.
Su comportamiento se caracteriza por el engaño y la manipulación. Con tendencia a ser impulsivo e irresponsable, no valora su conducta aunque sea de riesgo para los demás o para sí mismo. Suele ser engreído y autosuficiente.
La vivencia de la carencia afectiva paterna, así como las posterior relación con un grupo de amigos de características antisociales puede haberle facilitado la aparición de su comportamiento antisocial.
CONCLUSIONES
De lo expuesto en este informe se deduce que el reconocido Miguel Ricart Tárrega en el momento de la evaluación:
1.- Se ha encontrado orientado en espacio y tiempo. Su inteligencia y voluntad están dentro de la normalidad.
No se han encontrado rasgos que hagan pensar la posibilidad de una psicopatología.
Presenta algunos rasgos antisociales de la personalidad.
2.- Reconoce haber mentido en la mayoría de las declaraciones, siendo un rasgo muy desarrollado de su personalidad debido al tipo de vida que ha llevado.
3.- En ningún momento verbalizó, ni mostró ningún signo que evidenciara temor en las actuales circunstancias, más bien su estado de ánimo en general es de confianza en la Justicia, según manifestó, por la ausencia de pruebas contra su persona, lo que le hace ser optimista con su posible salida de prisión.
Valencia, 9 de mayo de 1997.
SEGÚN LOS MÉDICOS PSIQUIATRAS:
CONCLUSIONES
Primera: PERSONALIDAD.- Su personalidad no le ha impedido un funcionamiento social normal en determinados momentos de su vida. En otros la alteración es significativa. Para la APA (Asociación de Psiquiatría Americana) y la OMS (Organización Mundial de la Salud) sus rasgos de personalidad no permiten establecer un diagnóstico psiquiátrico de trastorno de personalidad.
Segundo: ESTADO DE SALUD MENTAL.- En el momento actual se encuentra dentro de la NORMALIDAD.
Tercero: GRADO DE VERACIDAD.- La conducta, comportamiento y coherencia del relato del recluso en el momento de la entrevista son congruentes para una entrevista clínica psiquiátrica.
Cuarto: SITUACIÓN DE TEMOR.- Está preocupado porque los comentarios que pueda hacer sean tergiversados por los funcionarios.
En Valencia, a nueve de mayo de 1997.-