CASO ALCÁCER

«Siempre supe que no era mi hijo»

vicent m. pastorlas muestras. Neusa Martins sale de la clínica forense de Alzira, donde le extrajeron las muestras.

Neusa Martins, la madre de Antonio Anglés, el supuesto autor del triple asesinato de Alcácer, mostró ayer su desilusión a este diario por el hecho de que los huesos hallados en Irlanda no pertenezcan a su hijo

M. Vázquez/M. Gradolí, Valencia

«Esperaba que los huesos fueran de Antonio para descansar de una vez». Así de contundente se mostraba ayer Neusa Martins, la madre de Antonio Anglés, el presunto autor del triple crimen de Alcácer, después de conocer que el cráneo y los restos óseos hallados en 1995 en la costa del condado de Cork (al sur de Irlanda) no pertenecen a su hijo.

Estos resultados no la han cogido por sorpresa. «Aunque deseaba que fuese él, sabía, desde el principio, que los resultados de ADN iban a dar negativo, al igual que sé que mi hijo está muerto», aseguró. Y es que Neusa Martins está convencida de que Antonio Anglés es tan sólo un esqueleto sepultado en el mar. «Estoy segura -explicó- de que, cuando saltó del barco en Irlanda, se dio un golpe en la cabeza que lo dejó sin sentido y que las hélices lo atrajeron y lo mataron. Luego se lo comieron los peces y sólo dejaron los huesos, que deben estar bajo el agua».

La hipótesis de la muerte es la que, prácticamente, mantiene toda la familia Anglés. Mauricio, uno de los hermanos menores de Antonio, es el único que no cree a ciencia cierta en esta posibilidad. «Él dice que puede que no esté muerto, aunque no sé qué le hace pensar así porque, que yo sepa, su hermano no se ha puesto en contacto con él», añadió.

Ella tampoco ha recibido nunca ni una carta, ni una llamada de teléfono de su hijo. «Desde que se fue no hemos sabido nada de él pero, a partir de ese momento, todos empezamos a vivir más tranquilos. Desde luego, yo lo hice», afirmó. De hecho, asevera que, en caso de que su hijo Antonio regresase un día y llamase a su puerta «me moriría de miedo». «Él sólo quería dinero -añadió- y todo lo hacía amenazando a los demás. Me daba muy mala vida y, la verdad, prefiero que esté muerto y poder descansar los años que me queden».

«Merece estar muerto»

Pero los motivos que llevan a la mujer a desear que su hijo haya fallecido trascienden más allá de los malos tratos que recibía de él. «Si realmente hizo lo que dicen con esas tres niñas, debería estar muerto porque se lo merece. Si es cierto, no estaría mal que los huesos de Irlanda hubiesen sido suyos», declaró.

Además, en caso de que el cráneo hubiera pertenecido a Antonio Anglés, Neusa Martins no sólo habría «ganado en tranquilidad», sino que su vida habría podido cambiar radicalmente. «Esperaba que los huesos fuesen suyos, entre otras cosas, porque no puedo moverme hasta que no se cierre el caso -manifestó-. No puedo salir de España, ni siquiera para ir a ver a mi madre, que está allí, en Brasil, y que ya está muy mayor. Me gustaría poder regresar a mi país, aunque sólo fuese por unos días, y ver a mi familia después de tantos años».

Respecto a la posibilidad de que su hijo hubiese llegado a ese país para buscar la protección de su familia materna, la mujer aseguró que este extremo no es posible porque «Antonio salió del país con muy pocos meses y no puede recordar dónde viven sus tíos o su abuela». No obstante, Neusa Martins cree en la posibilidad de que, algún día, se reciba una llamada que asegure que su hijo está allí: «Mi sobrino Alfredo, el hijo del hermano de mi marido, se parece mucho a Antonio físicamente y alguien los puede confundir, pero sólo será un error porque estoy convencida de que él está en Irlanda, bajo el mar».

Informe genético - El laboratorio central de la Policía Científica remitió el martes al juzgado número 6 de Alzira el informe que descarta cualquier vinculación entre los restos óseos hallados en Irlanda y Antonio Anglés. Carmen Mas, la delegada del Gobierno, confirmó ayer este extremo. - Los especialistas que han realizado el cotejo de ADN llegaron a esta conclusión hace unos cinco días, aunque ya la sospechaban desde hace, aproximadamente, mes y medio, según fuentes de toda solvencia. - Los expertos practicaron primero el PCR de ADN, una prueba que estudia la reacción de la polimerasa entre dos muestras diferentes y que, aunque tiene unas elevadas cotas de seguridad en sus resultados, no es del todo concluyente. - Luego, se efectuaron los 16 marcadores genéticos, que son totalmente definitivos ya que, en caso de ser afirmativos, determinan que los restos pertenecen a una persona concreta o, en su defecto, a un hermano gemelo nacido del mismo óvulo.