OPINION | IMPRESIONES: Alcàsser, el final de un juicio bajo influencia

El juicio por el triple y atroz crimen de Alcàsser está consumiendo sus últimas jornadas en Valencia, donde las intervenciones de la acción popular y de la defensa de Miguel Ricart, el único acusado de la violación y el asesinato de tres niñas que se sienta en el banquillo, deben llevar a una conclusión para el martes o el miércoles próximos. Ha sido un juicio doloroso por las discrepancias entre las acusaciones particulares. Los padres de dos víctimas se han inclinado por una teoría de redes de pedofilia, doble enterramiento y encubrimiento policial -sin una sola prueba al respecto-, mientras la madre de la tercera se mantiene del lado del ministerio fiscal: las confesiones de Ricart y todas las pruebas reunidas apuntan a éste y al desaparecido Antonio Anglés como coautores. Un intenso juicio paralelo en los medios informativos (en particular, y durante meses, Telecinco y Canal 9), ¿ha podido viciar el proceso? Como decía ayer el letrado de la Asociación Clara Campoamor, las interferencias nacían en la propia sala, y de ahí se trasladaban a los platós de televisión. No hay que buscar demasiados chivos expiatorios en los medios; más grave será siempre un defecto de investigación policial, un error de instrucción... o el empecinamiento de un padre, en su dolor, por buscar la respuesta en una rebuscada teoría de la conspiración.