ENVIADA ESPECIAL

VALENCIA.- Sigue fumando un pitillo tras otro, siempre, sin parar. Pero ahora se ha pasado a los cigarrillos light. Las manos le siguen temblando, más incluso que cuando comenzó el juicio por el crimen de Alcàsser. Y dice que, ahora más que nunca, está convencido de la inocencia de Ricart.

Es Fernando García: padre de la malograda Miriam, parte personada en el proceso, estrella de la televisión y hombre testarudo donde los haya. «No pararé hasta saber la verdad», advierte. «Sólo me pararán a tiros».

Pregunta.- ¿De verdad, sin duda alguna, le gustaría ver a Ricart en la calle, libre?

Respuesta.- Sí, porque estoy totalmente convencido de que es inocente. Ricart no mató ni torturó a las niñas.

P.- ¿Qué le hace estar tan convencido?

R.- No hay pruebas contra él de ningún tipo. Además, llevo dos meses y medio observándole. Le he mirado a los ojos y lo he visto. Es inocente.

P.- ¿Y qué piensa de la familia Anglés?

R.- Pienso que no ha dicho todo lo que sabe.

P.- ¿Y de Antonio Anglés?

R.- De Antonio Anglés pienso que no tardará mucho en que encuentren su cadáver.

P.- ¿Tiene algún motivo en especial para suponer tal cosa?

R.- No sé, es una intuición. Pero ya verás como el tiempo me dará la razón.

P.- ¿No tiene miedo de que concluya el juicio y el caso caiga en el olvido?