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EL MUNDO
 
Martes, 10 de junio de 1997 EL MUNDO periodico

El forense sevillano critica a sus colegas y les recrimina que las «autopsias están muy mal hechas»

Frontela dice que un «espectador» presenció el crimen de Alcàsser


MARC AGLIATA

CORRESPONSAL

VALENCIA.- Al menos cuatro personas participaron en el crimen de las niñas de Alcàsser, opina Luis Frontela. Para el forense sevillano, el cuarto implicado habría asistido como «espectador» a las atrocidades que sufrieron las niñas. Los indicios de «puesta en escena» que presentan los cadáveres así lo indican, según el experto. El tercero era un sádico desconocido, según había relatado en la última sesión. Los otros dos, supuestamente, Ricart y Anglés.

Frontela habló ayer sin pelos en la lengua. El forense sevillano se desmelenó en el primer día de la quinta semana del juicio del caso Alcàsser. Dejó a un lado las buenas maneras, «el compañerismo decepcionante» de la semana pasada, y arremetió contra los médicos que practicaron las primeras autopsias a los cadáveres de Miriam, Toñi y Desirée. «Hasta ahora me he callado porque soy un caballero», aseveró en un tono elevado durante la sesión de ayer, «pero las autopsias están muy mal hechas».

El resto de su comparecencia mantuvo el tono. Frontela desglosó todas y cada una de las «irregularidades» que, según sus conocimientos científicos, habrían cometido sus compañeros de profesión en Valencia. «¿Por qué no se hicieron radiografías a los cuerpos antes de analizarlos?», les reprochó.

Si se hubieran hecho, según Frontela, los médicos valencianos hubieran detectado una cruz de Caravaca que tenía uno de los cadáveres incrustada en la columna vertebral. El forense sí la descubrió en uno de sus análisis. Además reveló otros detalles como que los cuerpos de las niñas estuvieron enterrados en dos lugares distintos y que los tres cadáveres habían sido sumergidos en agua entre la primera y segunda inhumación.

También criticó el lavado de los cuerpos, en especial de las zonas genitales, porque se borraron posibles restos de semen que podrían haber ayudado a identificar a los autores del triple crimen.

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