CORRESPONSAL

VALENCIA.- El juicio de Alcàsser entró ayer con sorpresa en su cuarta semana. El anuncio de que 12 de los pelos encontrados en los cuerpos de las niñas de Alcàsser pertenecen a un mínimo de cinco personas y a un máximo de siete, añadió más confusión al proceso que se sigue contra Miguel Ricart como coautor de la muerte de las tres niñas de la localidad valenciana.

La numerosa procedencia de esos pelos fue una de las conclusiones anunciadas por Angel Carracedo, catedrático de Medicina Legal de la universidad de Santiago de Compostela encargado del análisis del DNA de las muestras. Durante su testimonio, el médico dijo que no era posible determinar si esos pelos corresponden a los asesinos.

Carracedo apuntó incluso a la posibilidad de que pertenecieran a individuos no relacionados con el caso o a las personas que participaron en los levantamientos de los cuerpos, informa Europa Press.

Lo que sí dejó claro el catedrático, tras su aportación pericial, es que ninguno de los 15 pelos hallados en los cuerpos de Toñi, Miriam y Desirée, corresponde a la única persona que se sienta en el banquillo de los acusados: Miguel Ricart.

Angel Carracedo, que compareció acompañado de su ayudante María Victoria Lareu, destacó durante su declaración que el análisis de DNA es «una de las pruebas más importantes» con que cuenta hoy en día la criminalística.

PELOS SIN PRUEBAS.- De los tres pelos que han quedado sin analizar no se pudo extraer una muestra lo suficientemente importante como para poder compararla con el DNA de Ricart.

La acción popular planteó en el interrogatorio la posibilidad de que varios de los ejemplares de vello analizado pertenecieran a uno de los cadáveres. Carracedo tan sólo se atrevió a asegurar que efectivamente alguno de los pelos son de una persona. «Si usted afirma que uno de estos pelos es de un cadáver determinado, probablemente lleve razón», dijo Carracedo.