CORRESPONSAL

VALENCIA.- El caso Alcácer deparó ayer tres nuevas sorpresas. Fernando García, padre de una de las tres jóvenes asesinadas, se retiró ayer como acusación particular del juicio que comenzará dentro de dos días en Valencia por este crimen, en el que comparecerá como acusado el único detenido, Miguel Ricart.

El tribunal encargado de juzgar a Ricart decidió también mantener la fecha del inicio del juicio y desestimar así una solicitud de suspensión de la vista presentada por el abogado de Fernando García, poco antes de retirarse como acusación particular.

La solicitud denegada tenía como objeto conceder tiempo, antes del juicio, al forense Luis Frontela para estudiar un fragmento de una de las alfombras en las que aparecieron envueltos los cadáveres y donde, al parecer, el catedrático de Medicina Legal ha encontrado restos de semen, sangre y fibras.

Otra de las novedades es que el criminalista Juan Ignacio Blanco, ha solicitado personarse como acción popular. Además, los abogados del padre de Antonia, otra de las jóvenes asesinadas, pidieron que el juicio se celebre a puerta cerrada «por razones morales», ya que entienden que en la vista se abordarán «temas muy escabrosos» cuya difusión podría perjudicar a su cliente. El tribunal resolverá esta solicitud el día del juicio.