Carta Num. 11: 27 ENERO 1993 -
DIA "D" DE LA MENTIRA DE ESTADO
En la carta anterior ya os anunciamos que estábamos investigando
la veracidad de la afirmación de "garganta profunda"
en relación a la extraña coincidencia de varios hechos durante
la jornada del 27 de Enero de 1993, fecha en la que fueron
hayados los cuerpos sin vida de las niñas de Alcàsser. Estos
son los hechos contrastados en las siguientes fuentes: carta de
"garganta profunda", Hemeroteca pública, libro de Juan
Ignacio Blanco, Sumario del caso Alcàsser y algún contacto
en el Ministerio del Interior. Cronológicamente los hechos son
los siguientes:
0. Siete días antes (el 20 de Enero), el entonces
todopoderoso (y oscuro) Secretario de Estado para la Seguridad,
el sr. Rafael Vera, se comprometió ante Fernando
García a "investigar el caso Alcàsser desde
cero", para lo cual prometió que un equipo de
investigadores del cuerpo superior de policía (y por tanto ajeno
a la Guardia Civil) se desplazarían en breve a Valencia para
investigar de manera independiente... tal equipo jamás llegó a
poder investigar porque, quizá, su actuación hubiera alterado
los planes que se tenían previstos...
1. Dos días antes (el 25 de Enero) Fernando García
había viajado en dirección a Londres para emitir un programa
especial de la BBC sobre las niñas de Alcàsser. En concreto se
pretendía una emisión a los países árabes, por si las niñas
hubieran caido en manos de alguna banda árabe dedicada al
tráfico de blancas. Al parecer, un conocido millonario de la jet
set marbellí financió a Fernando el viaje y los contactos en
Londres. Por tanto, Fernando García, que tanto había luchado
por encontrar a las niñas, se iba a encontrar por primera vez a
miles de kilometros de distancia de Valencia. Al parecer el
millonarío marbellí, de nombre Raymond Nakachian, tenía
(y tiene) muy buenos contactos con el Ministerio del Interior: no
en vano fue el Ministerio del Interior quien rescató sana y
salva a su hija de nombre Melody de sus secuestradores unos años
antes. No descartamos alguna indicación o influencia del
Ministerio sobre el tal Nakachian, pero tampoco es esencial. Lo
que sí creemos que era esencial era que desde el Ministerio del
Interior se supiera que Fernando García iba a estar a miles de
kilómetros durante unos días.
2. Un día antes (el 26 de Enero) desde el Ministerio
del Interior se decidió que al día siguiente, esto es, el
27 de Enero, se tenía que marchar el equipo de guardia civiles
que integraban el primer contingente de la UCO (Unidad Central
Operativa) que hasta ese momento había colaborado con la
guardia civil de Valencia en la búsqueda de las niñas. Para ese
día, 27 de Enero, estaba previsto que partiera desde Madrid
hacia Valencia otro equipo de la UCO para sustituir al que
marchaba. Así, hubo un lapso de tiempo de entre 8 a 16 horas en
el que no se encontraba ningún equipo de la UCO en Valencia.
Incomprensiblemente, se decidió desde Madrid que no era
necesario que el primer equipo esperara a la llegada de su relevo
para informarle y poner al corriente de la investigación hasta
la fecha. Quizás porque se supone que de eso ya se ocupan los
"mandos"... Entendemos que había por tanto una
"ventana de oportunidad" (como dicen los estrategas) de
pocas horas para ejecutar el plan: sin observadores no deseados,
sin interferencias y sin dar demasiadas explicaciones.
¿Con qué objetivo?. Vistos los hechos retrospectivamente queda
meridianemente claro que la "chapuza" en el
levantamiento de cadáveres efectuada por el improvisado equipo
de guardia civiles locales hubiera sido inadmisible para un
equipo profesional, preparado y con más recursos como el de la
UCO. De alguna manera el o los "planificadores" de
aquella mentira necesitaban tener lejos a la UCO del
escenario preparado para su momento crucial. No obstante, siendo
más sutiles, puede existir otra explicación más sencilla:
quizás los "planificadores" de aquella mentira no
quisieron "enmarronar" a la UCO... quizás pensaron que
para la "chapuza" y el trabajo sucio que se advertía
ya estaban otros guardias de menor preparación.
3. El 27 de Enero de 1993, por la mañana y temprano, dos
apicultores de Llombai (Valencia) se disponían a "ver"
sus colmenas una fría mañana de Enero.... y decimos a
"ver", porque que sepamos en pleno invierno las abejas
no están para hacer/ofrecer mucha miel. A partir de entonces, el
resto es historia, "historia oficial": José Sala
y Gabriel Aquino, los dos apicultores, descubrieron
"casualmente" la fosa con los cuerpos semienterrados de
las niñas de Alcàsser, avisaron al puesto más cercano de la
guarcia civil, esperaron un buen rato a que un "equipo
especializado" subiera hasta la fosa, se encontró (también
"casualmente") el "famoso papelito" con el
nombre de Anglés, al que van a buscar y presuntamente
"escapa" etc. etc. y también ("casualmente")
se pusieron trabas a que el forense independiente, doctor
Frontela, acudiera a la primera autopsia con los forenses
"oficiales"... pero de eso ya hablaremos en una
próxima carta. Así, los dos descubrimientos más importantes
del caso Alcàsser (encontrar los cuerpos de las niñas y la
identidad del asesino por un "papelito" igualmente
encontrado casualmente en los alrededores) sucedió cuando unos
apicultores deciden caprichosamente ir de "excursión"
a ver sus colmenas y mientras Fernando García está a
miles de kilómetros de Valencia y los miembros de la UCO están,
también, de viaje...
Si esto no es algo más que una casualidad, que venga Dios y que
lo vea. Si esto no es un insulto a la inteligencia, que venga
Dios y que lo vea.
Si alguien quiere seguir tragando esas "casualidades"
como fruto del azar, allá cada cual con su conciencia: cada uno
es libre de creerse lo que quiera, pero, por favor, que ningún
poder político, policial, mediático o judicial nos diga lo que
tenemos que creer: muchos valencianos ya estamos hartos de tanto
abuso a nuestra condición de personas "muelles" y
tolerantes. Esto se acabó.
En nuestra personal e intransferible opinión pensamos que de
alguna manera el o los "planificadores" de aquella
mentira necesitaban que toda la operación se abriera y se
cerrara el mismo día, como así fue: prácticamente no quedaron
"flecos" relevantes, salvo el asunto de las autopsias,
pero para eso tuvieron a un "eficaz" equipo de forenses
adoctrinados para "limpiar" ("adecentar" dice
el Sumario) cualquier resto en los cuerpos que pudiera
contradecir a la "versión oficial"... pero de las
autopsias oficiales ya tendremos oportunidad de hablar en otro
momento...
Ahora, juzgen ustedes estas tres "casualidades" (cinco,
si sumamos lo del curioso "papelito" y la presunta
"fuga" de Antonio Anglés... y posiblemente
hayan más que desconocemos) y observen hasta que punto
"alguien" con el poder o/y la información suficiente
(en el Ministerio de Interior o/y en el Cesid, nos da igual)
podría planificar el día "D" del descubrimiento de la
fosa con facilidad. Y, suponiendo que el Ministerio no influyó
en el hecho (1), bastaba con que (2) y (3) se
"sincronizasen" (como dice el personaje de Bernardo
en la carta de "garganta profunda") con el hecho (1).
Tan sólo faltaba una cosa: lograr la colaboración de los
apicultores Sala y Aquino. ¿Les pagaron, como dice
el personaje de Bernardo?. Tal vez, no lo sabemos. Y como no
sabemos que pudo "influir" en los dos apicultores para
que una fría mañana de Enero fueran a darse una vuelta por las
colmenas, vamos a averiguarlo por el método directo: vamos a
preguntárselo. En una próxima carta os contaremos lo que
averiguemos... pero aún así quedará un gran interrogante:
¿quién puso los cuerpos de las niñas en aquél lugar?.
Si el Ministerio o el Cesid conocían de antemano el momento del
descrubrimiento es porque también debían de conocer el lugar...
y, si es así, entonces la respuesta a esa pregunta es obvia:
sólo personas allegadas al Ministerio o al Cesid podrían haber
colocado los cuerpos sin vida de las niñas en aquél lugar,
dando así coherencia a la muy plausible hipótesis del doble
enterramiento defendida por el profesor Frontela. Intentaremos
profundizar ésta vía de investigación.
Algunas personas nos han preguntado si existe bibliografía sobre
el caso Alcàsser. Pues sí, existe, si bien puede haber algún
problema en encontrarla. Que sepamos existen dos libros sobre el
tema. Tomad nota.
* "El asesinato de las niñas de Alcácer".
Autora: Magdalena del Amo. Editorial: Bell Book.
Comentario: el libro es un poco "refrito" pues se nota
que ha "colado" el tema de Alcàsser en un libro que
quizá ya tenía avanzado la autora sobre satanismo y cosas así.
No obstante revela cosas interesantes y anecdotas sobre la
investigación y los avatares de Fernando García.
Disponibilidad: que sepamos no está descatalogado ni está
secuestrado, si bien es posible que esté agotado en algunos
lugares. Tienen web:
http://www.interbook.net/empresas/bellbook/nf_asesi.htm
* "¿Qué pasó en Alcácer?". Autor: Juan
Ignacio Blanco. Prologado por Fernando García. Editorial: Son
Expresión. Comentario: Es un libro
"perseguido" por la Justicia. Rosa Folch, la madre de
Desirée, interpuso una querella a Juan Ignacio Blanco por el uso
de la imagen de su hija. Desde entonces (finales de 1998) el
libro está "secuestrado" por un Juzgado de Madrid. El
libro está profusamente documentado y en un 80% basado en el
propio Sumario. Es un buen libro para visualizar las
contradicciones y las lagunas de la investigación oficial,
aunque en nuestra opinión le falta algo de "garra"
para decir con algo más de desnudez las "verdades del
barquero". Se nota que Juan Ignacio Blanco ha querido hacer
un libro serio y por ello ha "callado" muchas cosas...
quizá sea el momento de que el autor hable o escriba otro libro
donde cuente lo que no dice el libro ahora secuestrado (esto va
por Juan Ignacio Blanco, por si nos lee). Disponibilidad: dudosa,
si bien es posible que en algún almacén de algún distribuidor
se encuentren algunos ejemplares.
P.D. A partir de ésta carta ya no incluiremos todas las demás.
Recojemos así una sugerencia/queja de sentido común que nos han
hecho llegar algunas personas, máxime ahora que tenemos página
web: